Después de unas (in)merecidas vacaciones en cuanto a actividad blogeril (y de aquí podrían salir más imputados que en la Gürtel…), retomamos la actividad con una entrada ligerita y (aún) veraniega, relacionada con las Fiestas de Monte Alto en A Coruña y la Ruta de Pinchos que organizaban.

Las Fiestas del Barrio de Monte Alto tuvieron lugar durante el pasado fin de semana (del 2 al 4 de septiembre), ofreciendo gran variedad de actividades y actuaciones. Desde números musicales en vivo, hasta obras de teatro o actuaciones de magia, pasando por un mercadillo de artesanía y discos o incluso una actividad de introducción a la astronomía organizada por la Agrupación IO, que por desgracia no se pudo llevar a cabo por motivos meteorológicos.

Cartel Fiestas Monte Alto

Pero aquí hemos venido a hablar de nuestro libro, o sea de comida, así que nos vamos a quedar con la parte gastronómica de las Fiestas. El domingo 4 se llevaron a cabo las tradicionales Merendiñas en la zona de la Torre de Hércules, con música en vivo y «Fiesta de la espuma» (¿?).

Y el sábado 3, de 13:00 a 16:00 varios establecimientos de la denominada Zona Alt organizaban una Ruta de Pinchos. Con esta parte de las fiestas nos vamos a quedar.

Recorrido de la Ruta. Fuente: Jazz Cafe

Los locales que participaban en el evento eran el Jazz Cafe, el Uptown (que además organizaba un festival de música en la Placita de San Roque), El tren, Miñaxoia y Belmont. La oferta era tapa+caña o vino por 3 euros en cada local.

Pues bien, al tajo. El primero que probamos fue el RocknRolla del Jazz Cafe. Se trataba de una adaptación gallega de los arancini sicilianos. Croquetas de arroz con queso San Simón y lacón rebozadas, con una salsita de tomate para acompañar. Llegamos demasiado pronto (la 1 recién cumplida), así que tuvimos que esperar un poco a que saliesen las primeras unidades, pero valió la pena. Además del buen aspecto que tienen en la foto, de sabor estaban muy bien, y se notaba tanto el queso como el lacón sin tampoco llevarse el sabor de la tapa por delante. Así que la primera experiencia, muy satisfactoria, **** (de 5).

Jazz Cafe – RockNRolla

Después del paseo más corto de la historia (habría sido aun más corto si hubiésemos parado en el Rogelio, y no fue por falta de ganas de un Guerrillero 2 que no lo hicimos), la siguiente parada fue el Uptown. Después de un poco de confusión sobre si participaban en la ruta de pinchos o no (comprensible con el revuelo que tenían montado con el Uptown Fest), nos sirvieron su tapa, que en este caso eran Miniburgers. Las de ternera se habían acabado así que nos tocaron de pollo. Como heredero de cocina del difunto Carnivale, las miniburgers eran una reproducción en miniatura de la burger de pollo de la famosa hamburguesería. Bien, aunque quizá esperábamos algo un poco más innovador. Le ponemos ***.

Uptown – Miniburgers

Posteriormente dimos un salto y nos pasamos al Belmont, en el que la tapa seleccionada era Pollo en tempura con salsa de la casa (ali-oli). Además de la tapa, había sesión musical amenizada por Xoansinho Meriendacena. La selección de temas estaba bien, aunque para la hora nos pareció que la música estaba un poco alta. La tapa en sí estaba buena, aunque habríamos agradecido algo para acompañar el pollo). Otras ***.

Belmont – Pollo en tempura con salsa de la casa

Luego llegó la decepción del día. Nos acercamos al Miñaxoia, en el que en teoría la tapa era «Cosiñas brasileñas». Pues bien, ni cosiñas, ni brasileñas. Preguntamos al entrar si tenían la tapa de la ruta, y después de tardar un rato en reaccionar, porque no parecían saber de qué les estábamos hablando, nos dijeron que los pinchos no eran para la comida sino para la tarde (eran cerca de las 15:00 y el horario de la ruta (repito) era de 13 a 16). Por cierto, cerca de las 18 nos pasamos por delante y el local estaba cerrado (¿?). Así que cero patatero para el local, y un aviso a los organizadores del evento, de cara a contar con ellos para futuras actividades.

Así que como con los diez negritos, nos quedaban dos, pero uno se murió de tos, así que nos quedamos con el último, que era El Tren y su «Solomillo el Tren«. De nuevo una buena tapa, tanto de tamaño como de sabor. El solomillo perfectamente cocinado y un buen acompañamieto. La verdad es que el Tren es un local bastante fetiche para nosotros, porque sabemos que es garantía de comer bien (y a precio ajustado). Con un pelín de originalidad se habría llevado más puntos, pero le vamos a poner *** y media.

El Tren – Solomillo El Tren

Resumiendo, una agradable velada de tapeo por la Zona Alt (que en realidad es la «Zona Baj» de Monte Alto), con 4 pinchos probados y un «No presentado», y con un ganador, que para nosotros fue la RockNRolla del Jazz Café.

Enhorabuena a nuestro ganador, y nuestro ánimo para seguir pensando en iniciativas de este tipo.

¡Ata máis comer!

P.D.: En poco más de una semana empieza el Concurso de Tapas Picadillo en toda la Ciudad de A Coruña, al que esperamos prestar una atención especial desde nuestra cuenta de Twitter.

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